Aún nos estamos reponiendo de lo que ha sido el gran drama de la semana, a todas se nos ha roto un poco el corazoncito al enterarnos de que Brangelina dejaban de serlo para empezar a ser Brad y Angelina…¿sería una premonición cuando la semana pasada olvidamos incluirlos en nuestra lista de parejas más duraderas de Hollywood?
Una de las cosas que más ha llamado la atención entre toda la vorágine de detalles y cotilleos que se van conociendo alrededor de tan sonada noticia, ha sido el acuerdo prenupcial que firmaron antes de su boda y que será decisivo para el desenlace de la separación. Pero…¿es necesario plantearse este tipo de acuerdos, o es solo para ricos y famosos?
Una capitulación o acuerdo prematrimonial es un contrato legal en el que se establecen los aspectos económicos dentro del matrimonio así como, en caso de divorcio, a quién pertenece cada posesión adquirida durante la vida conyugal en caso de disolución de la misma y, en algunos casos, ciertas pautas a seguir una vez casados. Normalmente, este tipo de acuerdos se suele hacer cuando hay hijos de otros matrimonios anteriores, o una diferencia sustancial entre los bienes que posee cada cónyuge, ya sean propiedades, negocios, u objetos de valor. La finalidad, evitar problemas y conflictos no solo después del matrimonio, también durante
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No todo el mundo necesita un contrato prenupcial, en España ya elegimos si casarnos en régimen de gananciales o en separación de bienes, entonces.. ¿Cuando se necesita un acuerdo prematrimonial?
- Cuando hay hijos de un matrimonio anterior, de forma que se mantengan los derechos de herencia.
- Si uno de los cónyuges tuviera deudas que pudieran afectar a la otra parte, con el acuerdo prenupcial se podría proteger al otro de las obligaciones del primero.
- En el caso de que uno de los contrayentes pensara en abandonar una lucrativa carrera tras la boda, a través del acuerdo podría asegurarse una compensación como sacrificio al matrimonio que no ha durado.
- Cuando uno, o los dos, tiene una cantidad considerable de bienes, o una gran diferencia en las ganancias. Además se puede pactar desde el principio la cantidad de manutención que uno de los cónyuges tuviera que pagar al otro.
- Si se tuviera un negocio propio se podría proteger éste del control de su ex en caso de divorcio.
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Si existe la posibilidad de que hereden una gran cantidad.
Hoy en día, las parejas están más concienciadas con la necesidad de prevenir una posible ruptura, por lo que los acuerdos prematrimoniales se han disparado. Si tu pareja, o tu mismo, crees que es necesario firmar un acuerdo de este tipo, háblalo con tu pareja de forma respetuosa y calmada. Es verdad que plantearlo antes de la boda puede ser un momento «cortapunto» entre las ilusiones de los preparativos, es evidente que nadie se casa pensando en que se va a divorciar, pero sin duda es necesario sentarse con la cabeza fría a negociar un poco… porque la vida es larga, y pueden pasar muchas cosas en un futuro que es impredecible.
Recuerda que no se trata de crear un conflicto, sino más bien de todo lo contrario: evitar problemas de más en el hipotético caso de que se rompa el amor, un momento en el que solemos olvidar cuánto quisimos a la persona que tenemos enfrente.
¿Qué opinas de este tipo de acuerdos? ¡Déjanos un comentario!